EL OBSERVADOR
La herramienta racional para tus emociones
Parte I
"Bienvenidos al mundo racional"
EL OBSERVADOR
La herramienta racional para tus emociones
Parte I
"Bienvenidos al mundo racional"
Comenzaré con una premisa ...
La persona es la máscara social, la esencia es lo que somos en lo más íntimo.
La idea es simple, pero profunda, te pido por favor que te centres y enfoques en ti, lo que vas a ingerir a continuación,
requiere de tu plena atención, pues no es tarea fácil darle “racionalidad a tus emociones”…
Comencemos …
Muchos son los recursos y herramientas referidos por expertos y profesionales en Crecimiento Personal y Salud Mental, estamos inundados de información calificada y no calificada, lo que sin lugar a dudas refleja la necesidad que tienen las personas de encontrar “algo” que puedan aplicar a sus vidas y les ayude a: reconstruir o mejorarla en gran medida, gestionar sus conflictos, o no ser tan vulnerables ante determinados personajes o situaciones.
🙋♀️ Lo que voy a mencionar a continuación es un punto de quiebre necesario para comprender por qué necesitamos emociones más racionales, a ver …
La necesidad de las personas no debe confundirse con la sequía por la que pasa la esencia humana, mientras las personas piensan y buscan desde una estructura enfocada en el exterior, como es el caso de la aceptación, la complacencia, los límites que no se fijan, entre otros … Por el contrario, la esencia humana reclama de forma silenciosa las vitaminas necesarias que le dan razón a su existencia, desde la profundidad de su interior.
No quiero confundirte, 🙋♀️ te voy a explicar un poco…
Las personas están compuestas de estructuras fundamentales que incluyen: una base de personalidad (que definen tus propios rasgos y características) - más - el contexto familiar (que te aporta el entorno para el apoyo y desarrollo de tus valores, referencias, etc) - y - la estructura social (donde confluyen las normativas generales que conducen a la sociedad y que influyen en tu comportamiento y en tu identidad individual)...
En cuanto a la esencia humana, es lo más profundo que habita en cada uno de nosotros, es lo que nos hace únicos e irrepetibles, tiene su propio sentido de existir porque se nutre de lo que valoramos, de las creencias que nos sostienen y las experiencias que nos han marcado, es esa parte íntima que da sentido a nuestra vida y que, más allá de los logros o reconocimientos externos, necesita de cosas muy simples pero vitales: vivir con claridad, encontrar calma en medio del ruido, que tenga un sentido aquello que hacemos y experimentar la tranquilidad de estar en paz con nosotros mismos.
Para que esta necesidad sea satisfecha, la esencia humana requiere ser libre, pero pierde su libertad cuando la persona no da permiso para su desenvolvimiento independiente y auténtico… ¿Por qué pasa esto?, porque lo que la persona busca está en lo externo, y lo interno, es decir, lo que le reclama su esencia humana, siempre pasa a un segundo plano, mientras que las personas necesitan la aprobación de otros o ser aceptada, la esencia humana le basta con fluir sin mayor interrupción, nada en lo externo la condiciona, su mayor obstáculo es la persona en la que habita.
Cuando "la persona" vive en exceso, cargada de
exigencias, "la esencia humana" "se queja"
manifestando ansiedad, estrés, insatisfacción
o vacío existencial
Es justo esta esencia humana la que necesita de recursos o herramientas orgánicas, que le permitan moverse sin mayores condicionamientos, por lo que, tratar de anclarla en el “deber ser” es igual que anularla y dejarla inerte, muerta.
Cuando la persona lo comprende y logra conectar con la necesidad de fluir, atendiendo lo que le reclama su esencia humana, se permite incorporar recursos que, por sí mismos, son invisibles, pero que cobran un sentido al ser activados en el escenario adecuado; este es el caso del “Observador”.
🙋♀️ Te preguntarás, ¿Qué importancia tiene activar mi Observador, si ya yo sé observar lo que pasa en mi vida?
Te comento, la mayoría de las personas busca soluciones afuera, recetas mágicas, técnicas prestadas, consejos, etc, y olvida lo fundamental: “aprender a mirarse, pero con sinceridad”, si a esto le sumas “la distancia con la que te miras” podrás comprender mejor qué está pasando en tu vida”, y así inicias un camino desconocido que potenciará la forma como sientes, percibes o lees lo que te pasa, porque lo que comienzas hacer de forma inconsciente es “darle racionalidad a tus emociones”.….
CONCLUSIÓN:
En esta 1.ª. Parte hemos podido diferenciar “la persona” de “la esencia humana”…. Mientras la persona se enfoca en lo externo: aceptación, exigencias, validación, etc., la esencia humana reclama algo más profundo: libertad, claridad y calma, pero para que este reclamo sea satisfecho es necesario activar una herramienta que todos poseemos, El Observador, como un recurso interno que provoca la racionalidad que nuestras emociones necesitan, ayudándonos a cultivar una vida más equilibrada y con mejor calidad, sabes ¿por qué?, porque cuando somos nuestros gerentes emocionales podemos identificar y canalizar las interrupciones, sin embargo, cuando estamos absorbidos por la emoción y actuamos en consecuencia, solo por lo que sentimos, nos convertimos en seres incapaces de ocuparnos de nosotros mismos de manera efectiva, acertada y sin lesiones.
Si creías que me refiero a un observador que se limita simplemente a “mirar”, prepárate para la 2.ª. Parte, descubrirás algo más profundo, te comentaré cómo el Observador se puede convertir en tu mejor aliado para pensar con claridad, abordar tus conflictos emocionales con racionalidad, tener lecturas más inteligentes de lo que te pasa, así como pausar los juicios apresurados que tantos conflictos te ocasionan, aprenderás lo que significa observarte en tercera persona…
Espero que este contenido te haya sido útil, compártelo con quien creas pueda necesitarlo.
¡Nos vemos en la 2.ª parte!
Espacio reflexivo No sustituye el Tratamiento Terapéutico