La Soledad y la Salud
La Soledad y la Salud
Es muy común apartarnos de escenarios por referencias que incorporamos a nuestras vidas, que hemos cosechado desde pequeños, experiencias y mensajes de los distintos entornos en los que hemos crecido y que han influido en nosotros, condicionando nuestra manera de pensar, de actuar, de percibir las cosas, de vivir.
Así crecemos, intentando cumplir con ciertos mandatos que nos hacen sentir que “lo hemos hecho bien” … Pero 🙋♀️ ¿qué pasa cuando uno de esos cánones se escapan de ti? e inevitablemente te toca vivir “eso” que te pone bajo la mirada crítica de otros.
¿De quién? De esos que, por el permiso que les has dado, se convirtieron en jueces de tu vida, en consejeros no pedidos, analistas sin título, en fin.
Un día te encuentras solo, porque la relación terminó, porque el matrimonio no funcionó o porque, por alguna causa, nadie llegó o llega a tu vida, y de pronto te ves en un lugar incómodo, un status que conflictúa a muchos, en ese estado que tantas personas rechazan: “Estar solo”, “Estar sola”.
Pasas a formar parte de esa categoría social que susurra: “No eres capaz” - “Algo debes tener para que no te elijan” - “La del problema eres tú”.
En el artículo Saber estar a solas, publicado en la sección “Lo de Carmen” de este blog, se menciona que “ … es común hablar de depresión, estrés o ansiedad, pero la soledad no es un tema de debate …”
🙋♀️ Así que abriré este debate para ti.
Hablemos de la soledad, pero no desde la deshonra que esta representa según la familia o la sociedad, sino más bien reflexionemos sobre sus matices y el impacto que tiene en nuestra salud.
| Todos somos más fuertes cuando nos sentimos queridos
Cuando nos sentimos solos, se activa en nosotros el modo alerta, el modo supervivencia, aparecen el estrés, la tristeza, la ansiedad… y la mente deja de funcionar como quisiéramos.
Es necesario tener la capacidad de determinar, analizar y abordar “aquello” que activa la Soledad como un estado de ánimo caotico, es el primer paso que debes dar para bajar la intensidad a la sensación de ausencia, de estar apartados, de sentirnos solos, de no ser queridos o elegidos.
Un primer error muy común, y por razones humanas lógicas, es evitar la Soledad, buscando distractores en las redes sociales, el alcohol, las malas compañías o hábitos que no solo tapan el malestar que ésta produce, sino que también impide que lleguemos al otro lado de la soledad, esa que es necesaria para conectar contigo mismo y que tanto ayuda a tu nuestra mente, emociones y a tu salud.
🙋♀️ Te preguntarás, ¿Cómo es esto, debo estar bien por sentirme solo? La respuesta es no, la forma como vivas esa sensación va a depender de la perspectiva que le des a la situación.
| Si logras estar a solas contigo mismo estarás
encausando tus pensamientos e ideas.
Reflexionemos un poco ...
¿Cómo puede afectar a tu salud la mala relación con la Soledad?
Piensa en estas frases: “No soy querida” - “No soy aceptada” - “Me siento excluida”
🙋♀️ ¿Te identificas con alguna?
La molestia que sentimos ante este tipo de situaciones puede definirse como una experiencia emocional desagradable que se origina al creerse poco querido o excluido de algún grupo del que nos gustaría formar parte, no importa cómo se dé, lo que es real es que lo vivimos y sentimos como un dolor físico.
| La compañía y aceptación
mejora la autoestima
Una cosa es la “soledad bien elegida” o con la que decidamos tener una buena relación … otra es sentir tu “soledad como un aislamiento”.
🙋♀️ A ver, te conversaré sobre esto . . .
Punto #1: La soledad con la que nos llevamos bien
Es importante considerar que no podemos forzarnos a llevarnos bien, el “llevarnos bien” o “aceptar sin pelear” son actitudes, pero no es tan simple desarrollarlas, hay que cultivarlas y trabajarlas, porque solo dejas de pelear con la soledad “mientras puedas y como puedas, dentro de tus propias fuerzas”, no mediante fórmulas mágicas o mantras, sino considerando tu realidad y fortalezas … tu actitud es lo que marca la diferencia, así que es un trabajo consciente donde debemos proponernos ser más eficientes con los retos que se nos presenta la vida.
Muchas veces la soledad obedece a un estado emocional subjetivo, porque no tiene que ver con la falta de gente a tu alrededor o con la ausencia de entornos adecuados, sino que proviene de un desequilibrio entre lo que te gustaría tener y lo que tienes, este estado emocional es consecuencia de no sentirte capaz de encontrar y mantener las relaciones personales, laborales o sociales que te gustaría.
Otras veces viene también de una separación, una pérdida, una experiencia que nos aleja del resto.
Una forma de revertir las emociones desagradables que produce la Soledad en tu vida es construir una buena relación con ella, porque, en vez de percibirla como una experiencia repudiable, frustrante y triste, más bien convertirla en un escenario amigable, saludable y edificante, donde poco importa las opiniones o juzgamientos de los otros. Esa soledad en la que fluyes sin pelearte ni resistirte te ayuda a iniciar un primer recorrido hacia el Autoconocimiento, aprender a conocerte mejor, profundizar con lo que eres de verdad, de forma sana, sin intermediarios, conectar con tus ilusiones, con tus sueños sin tanto ruido externo sin estímulos o distractores, sin la intoxicación de “alertas” constantes a nuestro alrededor, genera una salud emocional transformadora porque te hace fuerte, libre y capaz de gerenciar tu vida.
Construir una buena relación con la Soledad implica romper con prejuicios que hemos incorporados desde pequeños, según las sociedades donde hemos crecido pudiera ser más pesado o no, así que toca, de adultos, y bajo nuestros propios criterios hacer reparaciones a aquellos esquemas incorporados en nuestros pensamientos.
Estar en el interior, a través del silencio
lleva a procesos de mejoras y crecimiento
Hay personas que, al comprender el impacto que la soledad y el silencio pueden producir en sus vidas, cambian sus perspectivas, dejan el miedo y los prejuicios, y en vez de evadirla o alejarse de ella “la provocan”, ¿cómo?, 🙋♀️ te hago referencia a algunas prácticas:
Buscan el aislamiento, la tranquilidad o el silencio, esto les ayuda a analizar mejor sus realidades, los conflictos o caos que se presenten en sus vidas, también les ayuda a recuperar fuerzas y a tener pensamientos más claros.
Se apartan del ruido y el estrés que produce su entorno, un tiempo mediano o corto es suficiente para que la mente y alma tomen un respiro.
Cultivan el disfrute que se vive estando a solas, valoran su viaje de introspección, lo necesitan, estando o no en compañía, es una necesidad de higienizarse interiormente.
Estas personas aprenden a vivir consigo mismas, no les genera un conflicto los espacios vacíos, no les atormenta, no le temen, lo saben gestionar, no implica que estén aisladas del mundo, solo han sabido mirar hacia dentro sin miedo y al no sentir miedo en su interior, dejan de tenerlo hacia afuera también.
🙋♀️ Te doy un dato ... Cuando aprendas a estar a solas contigo mismo de forma consciente, no solo te ayuda a bajar las velocidades que la sensación de soledad te produce, sino que se convierte en una herramienta emocional poderosa para sanar y resolver tus conflictos internos.
Punto #2: La soledad como aislamiento
Es la soledad que no eliges, se impone en tu vida, una separación forzosa, el fallecimiento de un ser querido, una mudanza obligada o un cambio abrupto.
En este caso se trata de un estado emocional objetivo, no hay dudas, es real, realmente estas “solo”, estas “sola”.
Todos tenemos miedo a que se nos imponga una soledad que siquiera fue previsible o considerada, esa que produce la sensación de no tener a nadie a quien agarrarte cuando lo necesites. Este escenario suele ser cruel y duro porque genera sentimientos caóticos cargados de tristeza y desesperación, donde la resistencia, el reproche y la culpa son los que dirigen tus pensamientos y actitudes.
Aquí estás tú y tu realidad objetiva, estás “sola”, estás “solo”, el desafío máximo será, ¿lamentarte eternamente, o atravesar lo que tenga que ser y luego reconstruirte desde las cenizas?, es una decisión, porque la vida no se detiene, siempre continúa, tú eres el autor del libro de tu vida, tú decides cómo escribir cada capítulo.
En conclusión…
La soledad nos confronta con lo que somos, y no es tan fácil acercarse a ella, sobre todo si estamos resistidos a llegar al fondo de lo que nos pasa, por miedo a encontrar lo que hay allí, “en tu interior”, quizá romper esquemas familiares, quizá apartarte de entornos, personas, actividades, en fin …
La mayoría de las personas prefieren hacer cualquier cosa, menos estar a solas con sus pensamientos, para evitar el contacto con realidades conflictivas, inconclusas o desagradables a las que no están dispuestas a enfrentarse.
Ahora, sabiendo los beneficios que tiene la Soledad bien concebida, esa que te ayudará a sanar, a crecer, aclarar ideas o conflictos internos, esa que te ayuda a tener un mejor diálogo interior y una mejor relación contigo ... 🙋♀️ ¿te pregunto? ... aceptarías el reto de ¿estar a solas, con tus pensamientos? … antes de responder, y para que esta dinámica sea efectivamente productiva, considera lo siguiente para que la desarrolles:
Parar y hacer una cita contigo.
Bajar el ritmo de estímulos y actividades que llenan tus días porque obstaculizan el paso siguiente.
Observar el cúmulo de ideas que surgen.
🙋♀️ No te preocupes, al principio cuesta la concentración, da un poco de vértigo, causa incomodidad y malestar, cuando lo intentas se suele sentir miedo a conectarte contigo mismo y descubrir algo en tu interior que pudiera activar dolor, sufrimiento o ansiedad.
Por eso, su ejecución “toma tiempo”, así que, ten paciencia, pero no dejes de insistir.
¿Y ahora, qué harás?
El miedo a la soledad produce una necesidad imperiosa de alejarnos de nosotros mismos, y a veces esto es necesario para poder comprender que es al revés, no es alejándonos que vamos a resolver o reformar nuestros esquemas mentales, todo lo contrario, es acercándonos, con miedo, con incertidumbre, con inquietud y hasta con resistencia, a lo que somos, a nuestro interior, a través de un espacio ausente de ruidos, de opiniones, de estereotipos, un espacio donde seamos solo nosotros con nosotros mismos, ese espacio que muchos rechazan y consideran “no aceptable”, pero que, al encontrar un sentido se transforma en un escenario aprovechable, degustable, edificante. Dale la bienvenida a la soledad porque seguro te traerá ese cambio a favor que tu vida necesitas.
Espero que este contenido te haya sido útil, compártelo con quien creas pueda necesitarlo.
¡Nos vemos en el próximo artículo!
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